"Parece que la gente tiene una idea de que los veganos estamos malnutridos y somos débiles. Al escalar las siete cumbres queremos demostrar que los veganos pueden hacer cualquier cosa y más", había dicho la australiana Maria Strydom, al anunciar que junto a su marido escalaría el Everest, la montaña más alta de la Tierra.

Entre sus planes estaban además ascender otras seis montes entre los más altos del planeta, pero su fallecimiento terminó con el proyecto con el que se proponía demostrar al mundo las bondades del veganismo.

Con apenas 34 años, Maria mostró signos de mal de montaña antes de morir, lo que ocurrió cuando bajaba del Campo Cuatro del Everest, situado a unos 8.000 metros de altura, según informó la compañía con sede en Katmandú que organizó su expedición.

La acompañaba su marido, quien se encargó de que trasladaran el cuerpo al campamento para que desde allí la llevasen en helicóptero a Katmandú, de acuerdo con la emisora australiana ABC.