Sucedió en Inglaterra. Paul y Chareen Wheatley le pagaron 500 libras a Chloe Johnstone para que retratara su casamiento y la fiesta pero todo salió muy mal. La fotógrafa llegó 45 minutos tarde, no tenía flashes ni otras luces, y se mostró relajada todo el evento.


¿El resultado? 15 fotografías mal enfocadas y con recuadros dignos de un amateur. Incluso se había tomado varias imágenes a ella misma. "Chloe nos dijo que ella era una profesional y que estaba empezando como fotógrafa de eventos", expresó el novio.


La pareja ganó la demanda que le entabló a Johnstone, pero la mujer explicó que es una estudiante y no pagó la multa de 605 libras sino hasta que la pareja contrató a un alguacil para que ejecutara la orden del juez.