Como una activista en contra del modelo de belleza para la mujer actual, la estudiante neoyorquina Stella Boonshoft de 19 años dejó en claro cuál debería ser el concepto a recrear en las sociedades modernas: respetar cada cuerpo sin intentar parecerse a los estándares publicitarios.

Su caso es interesante, ya que sufrió burlas durante toda su vida y logró comprender la importancia de defenderse ante los injustificados agravios: "Esta foto es para mí. Para la chava que odiaba su cuerpo tanto que tomó medidas extremas intentando cambiarlo. Que lloraba por horas por el hecho de que jamás sería delgada. Que era acosada y atormentada y herida por el simple hecho de ser quien es".

El texto completo de su descargo

"ADVERTENCIA: Esta foto puede ser considerada obscena porque la modelo no es delgada. Y todas y todos sabemos que solo la gente delgada puede mostrar sus abdómenes y enorgullecerse de sí misma. Bueno... pues yo no estoy de acuerdo. Este es mi cuerpo. No tuyo. MÍO. Lo que quiere decir que las decisiones que tome sobre él, no son tu puto problema. Lo que quiere decir que mi talla NO ES TU PUTO PROBLEMA.

Si mi panza grande y mis brazos gordos y mis estrías y mis muslos anchos te ofenden, no importa. No voy a esconder mi cuerpo y mi ser para no herir susceptibilidades.

Esta foto es para el extraño hombre en la iglesia de mi abuela, que me dijo que estaba demasiado panzona cuando tenía cinco años.

Esta foto es para mi entrenador de equitación, que me dijo que estaba demasiado gorda cuando tenía nueve años.

Esta foto es para la niña en mi campamento de verano que me dijo que sería verdaderamente bonita si tan sólo bajara unos cuantos kilos.

Esta foto es para todos los estúpidos agentes publicitarios, que insisten en vendernos cremas para deshacernos de las estrías, las cuales son la cosa más normal del mundo y la mayoría de las personas las tenemos (las mías me salieron en la pubertad).

Esta foto es para el chavo en la fiesta, que me dijo que parecía una ballena varada.

Esta foto es para Emily de la secundaria, que me burlaba incesantemente, hacía videos burlones sobre mí, me enviaba correos asquerosos y me llamaba "manteca". Me hacía sentir como si ni siquiera mereciera estar viva, sólo porque mi tamaño era mayor al suyo. Tenía 12 años. Y continuó haciéndolo por las redes sociales hasta la preparatoria.

SOBRE TODO, esta foto es para mí. Para la chava que odiaba su cuerpo tanto que tomó medidas extremas intentando cambiarlo. Que lloraba por horas por el hecho de que jamás sería delgada. Que era acosada y atormentada y herida por el simple hecho de ser quien es.

Todo eso quedó en el pasado.

ESTE ES MI CUERPO. SUPÉRENLO."