La noticia fue difundida por  The Siberian Times con ánimos de generar conciencia sobre qué pasa cuando se arrojan residuos en la naturaleza. En este caso una lata de leche condensada quedó enganchada en la boca del cachorro de oso polar durante dos semanas hasta que ecologistas pudieron sedar a la madre y liberar a la cría de la basura en su boca. 

Los bordes dentados de la lata quedaron prendidos de la mandíbula del cachorro que probablemente lamió el contenido dulce de la misma. Afortunadamente, después de un seguimiento y de esperar al momento adecuado, pudieron dar con el animalito y curarlo. 

Alexander Gruzdev, jefe de la reserva natural de la isla Wrangel, explicó que paradójicamente el oso había extraído la lata de la basura de un grupo de trabajadores que justamente había sido contratado para limpiar la isla de residuos que quedaron desde la época sovietica y proteger la fauna. 

"Tenemos que recordar constantemente cuáles son las mejores maneras de deshacerse de la basura", concluyó Gruzdev y alertó sobre los peligros de no preservar los ecosistemas.