La compañía estadounidense con sede en San Francisco continúa con su campaña para erradicar la violencia y el terrorismo en Twitter. Hasta el momento lleva suspendidas unas 360 mil cuentas, de las cuales 235 mil se eliminaron en los últimos seis meses. 

Twitter, como otras redes sociales, siempre están bajo la presión del equilibro entre proteger la libertad de expresión y no convertirse en una plataforma para la difusión de mensajes de grupos terroristas. 

Las suspensiones diarias de cuentas aumentaron un 80% con respecto al año pasado y en especial se dieron después de los numerosos ataques que sufrió Europa.