"El momento en que la pintura tocó el vestido me sentí libre. Dejé ir todo el dolor y volví a ser yo". La que habla es Shelby Swink, de 23 años, a quien le cambió drásticamente su vida en cinco días.

Su novio la dejó con todo el casamiento perfectamente organizado pero, tal vez eso no sea lo peor, sino perder a tu compañero desde el 2012.

Pero siempre hay una variante al rencor producto del desamor, Swink, sus padres, y las que habrían sido sus damas de honor, llenaron de pintura el vestido de novia y la fotógrafa Elizabeth Hoard capturó el momento con su cámara.

Posteriormente el vestido fue donado a una tienda en Memphis que destina sus ganancias a una ONG que apoya a África.