Bonadio tomó esa decisión, luego de escuchar el martes a Paolo Menghini quien le relató que "a catorce días de la tragedia de Once muchos de los trenes de la línea Sarmiento siguen circulando con las `cabinas auxiliares´ en condiciones tales que el público tiene acceso a su interior".

El accidente ocurrió el 22 de febrero pasado, en la estación de Once, donde murieron 51 personas, entre ellas Lucas Menghini Rey que quedó atrapado en una de esas cabinas.

Las cabinas auxiliares son los espacios en los que se ubica el motorman y si bien sus puertas permanecen clausuradas, el público puede acceder a ellas por las ventanas, motivo por el cual varias están enrejadas, pero como otras no tienen rejas algunos pasajeros pueden acceder a ellas.

"Si Lucas no hubiese podido ingresar a ella hoy podría estar vivo" dijo el padre, por lo que Bonadio, tras escuchar el testimonio, "ofició al Interventor de TBA indicándole que debía proceder a sellar los accesos de esas `cabinas auxiliares´ y cualquier otro sitio que no estuviera habilitado al público, ordenándole además que no permitiera la salida de formaciones en las condiciones que denunciara" el padre del joven.