El Día Internacional del Beso surgió por el ósculo más largo de la historia, que duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos y fue protagonizado por una pareja tailandesa durante un concurso en 2013.

Ekkachai y Laksana Tiranarat, de Bangkok fueron los que motivaron a que se cree un día para esta sana práctica que no solo es una forma de demostrar cariño, respeto o deseo- entre otras emociones- sino que también es una excelente forma de ejercitar los músculos de la cara. 

Y no era la primera vez que estos enamorados se ponían a prueba. Ya que el año anterior, 2012, la pareja logró besarse durante un total de 46 horas consecutivas.