En un principio, quienes sufrieron el inmundo olor que invadió la Ciudad vincularon el fenómeno con hedor a cebolla podrida e incluso a amoníaco, pero las informaciones lo atribuyen a un escape de gas.

De hecho, el titular del SAME, Alberto Crescenti, dijo que la tremebunda pestilencia sería producida por un escape de gas pero que el hedor "no es a gas".

Defensa Civil de la Ciudad, en efecto, desmintió que se trate de un escape de gas en Belgrano, lo que también fue desmentido por la empresa distribuidora Metrogas.

Por el momento continua la incógnita mientras se realizan los exámenes pertinentes para determinar el origen del mal olor.