Anillos, cadenitas, estampitas religiosas, golosinas, fósforos, documentos, son algunos de los objetos que los forenses encontraron en los cuerpos de los 88 soldados argentinos que fueron identificados en el cementerio de Darwin en el marco del Plan del Proyecto Humanitario llevado adelante por la Cruz Roja Internacional junto a un equipo de catorce especialistas forenses de Argentina, Australia, Chile, España, México y Reino Unido.

En el día de hoy se informará a los familiares los resultados de las pruebas de ADN en el Archivo Nacional de la Memoria y se sabe que al menos ocho familias fueron citadas.  

La tensión cede ante la emoción de quienes esperan poder conocer un poco sobre el destino de sus seres queridos que no volvieron de la guerra. 

En sobres transparentes cuidadosamente separados se colocaron todos los elementos recuperados que serán entregados a aquellos familiares de los cuerpos identificados. 

El coronel británico Geoffrey Cardozo, a quien en 1982 el Reino Unido le encomendó la difícil tarea de buscar los cuerpos enterrados en los campos de batalla y darles sepultura con honores en Darwin, viajó este año a las islas para asesorar al equipo de antropólogos que llevaron adelante el trabajo. 

 "Revisé cada cuerpo con mucho cuidado: los bolsillos, las chaquetas, todo. Había cartas 'a un soldado argentino', rosarios, estampitas, golosinas, fósforos, alguna carta personal borroneada. Envolví cada cuerpo con cuidado en una sábana, como a Cristo. Luego, los metí en una bolsa de plástico negra, y luego en una bolsa blanca de PVC, donde anoté con tinta indeleble todos los detalles. Por último, cada soldado fue depositado con respeto en un ataúd de madera. Y sobre el ataúd, volví a anotar todos los datos. Buscaba que esos cuerpos pudieran preservarse para una futura identificación", destacó Cardozo en diálogo con Infobae.