Los estudios más recientes en nuestro país sobre obesidad infantil, difundidos en 2012 por el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), arrojaron que la obesidad afecta al 10% de los preescolares y adolescentes, y al 18% de los escolares. Con 120 mil casos estudiados según la metodología propuesta por la Organización Mundial de la Salud, las cifras encendieron una alarma.

Los niños de entre tres y cinco años con sobrepeso tienen cinco veces más posibilidades de ser obesos en la edad adulta, así como convertirse en hipertensos. El sedentarismo y la mala alimentación son los principales factores. Y aquí es donde el caso de Mateo se convierte en la prueba fehaciente de esta realidad.

El niño de 5 años fue derivado al Hospital de Niños Orlando Alassia de la ciudad de Santa Fe por padecer obesidad mórbida, al pesar 116 kilos: se le realizaron distintos análisis, electrocardiograma y comenzó un tratamiento para bajar de peso paulatinamente, que durará cerca de un año.

La madre del menor, Silvia Saucedo, manifestó que "todos los análisis le dieron bien, lo está atendiendo un endocrinólogo, y el tratamiento para que mi hijo llegue a los 30 ó 34 kilos, que es lo que tendría que pesar, demorará mas o menos un año".

"Mateo es un chico normal, más allá de su gordura, que diariamente va al jardín y juega con sus compañeritos dentro de sus limitaciones, corre poco, pero hace natación", dijo la madre, y agregó que "lo único que le gusta mucho es comer, y en casa está mucho tiempo mirando televisión y jugando con la computadora".

"Somos de Reconquista, mi esposo es albañil y yo soy empleada doméstica, tenemos seis hijos, la verdad que fue un descuido nuestro que coma tanto y que engorde, no lo controlamos, y desde los 3 años viene engordando paulatinamente", expresó.

"Los tratamientos privados son muy caros, por eso recurrimos al Hospital de Niños, adonde nos brindan mucha ayuda. Yo lo cuido personalmente, mi marido se quedó con los otros chicos en nuestra casa", añadió.

Al ser consultada sobre lo que come Mateo, la mamá dijo que "el problema de él no son las golosinas, ni las gaseosas -toma solo agua-, sino la comida".

La madre de Mateo dijo, por último, que "hoy despertó muy bien, mañana recibiremos otros resultados de estudios que le están realizando. Es un tratamiento que deberemos realizar con paciencia".