El hecho tuvo lugar el 11 de marzo de 2011, cuando una ola gigante de 15 metros de altura, golpeó contra los reactores atómicos de la central japonesa y colapsaron por la presión del agua. Los contenedores explotaron y provocaron una catástrofe que dejó mas de 100 mil muertos.

En la actualidad, miles de personas no tienen dónde ir y viven en precarias viviendas que colocó el gobierno en distintos vecindarios.