El árbitro Guillermo Marconi estuvo en el panel de C5N y, cuando por casualidad surgió el debate sobre las travestis de Palermo, el señor lanzó una frase nefasta y altamente homofóbica.

Lo curioso es cómo sus colegas, en vez de marcarle la barbaridad dicha, se la festejan a carcajada limpia. Papelón y vergüenza ajena.