A partir de la denuncia de una vecina de Rosario, las autoridades tomaron conocimiento de un macabro hallazgo en un contenedor de residuos: los restos óseos de una treintena de perros, sobresalían entre bolsas de consorcio.

Esqueletos y cráneos de canes, cuya carne fue cuidadosamente separada de los huesos como si se tratara de los habituales restos vacunos, porcinos o de aves destinados a producir carne para consumo.

"La forma en que estaban las cabezas, procesados como que usaron la carne", dijo a Telefe Noticias de Rosario la mujer que denunció el hallazgo. "Estaban como cuando deshuesas un pollo. Aprovecharon hasta el último pedacito de carne, eso nos hizo presumir que algún comerciante de la zona lo utilizó para hacer carne picada o milanesa", aseguró.

La ley 14.346, de protección animal propone la defensa y protección de la especie animal y establece penas contra el abuso y el maltrato.