La Cámara Civil condenó a una médica por avisarle erroneamente a una paciente que tenía VIH y no cumplir con los estándares de privacidad correspondientes en un exámen preocupacional.

La médica deberá pagar 85 mil pesos, después de que la paciente fuera "anoticiada telefónicamente del resultado omitiéndose el carácter confidencial y la asistencia médica exigida en estas circunstancias, además de hacer saber de la posibilidad de falsos positivos y la necesidad de realizar estudios confirmatorios".

Los camaristas Carlos Domínguez y Oscar Ameal señalaron que: "La llamada telefónica debió limitarse a concertar una entrevista con la actora, haciéndole saber que ya se tenían los resultados a entregar personalmente".

El hecho ocurrió en febrero de 2003, cuando la demandante  se realizó un examen preocupacional para ingresar como enfermera en un centro médico. Un mes después  "encontrándose en su casa junto a una amiga. P., recibe un llamado telefónico informándole que del análisis efectuado resultaba ser portadora de HIV y no sería contratada".

La mujer afectada decidió hacerse un nuevo estudio que arrojó un  "resultado negativo, que también fue reconfirmado con otro subsiguiente". El error del resultado en el primer caso  "se debió a un 'falso positivo' de conformidad a las pruebas cumplidas y allí citadas".