Cuando el acompañante de un motocliclista bajó corriendo de la moto en movimiento quedó claro su intención. Las chicas que caminaban por la vereda charlando entre ellas supieron que iban a ser víctimas de un asalto y reaccionaron cada una a su manera.

Mientras una de ellas se tiró al piso gritando, la otra se defendió a los goles, con patadas y trompadas, logrando que los delincuentes huyeran.

Todo fue captado por una cámara de seguridad que tomó la escena hasta el momento en que el ladrón que cometió el delito se monta a la moto del otro delincuente que lo esperaba para emprender la huida.