Tras la sanción a los oficiales que hicieron caso omiso a las denuncias de otros automovilistas sobre el comportamiento del chofer, las investigaciones tienen un rumbo incierto.

El dato más reciente y que también explicaría el motivo del siniestro está relacionado a la inhumana distancia de 2.200 kilómetros recorridos, en apenas dos días.

Por un lado, desde la empresa transportista empleadora del conductor brasileño que viajó alrededor de 30 kilómetros a contramano, afirmaron que al momento del accidente el chofer no era su empleado, sino que el móvil había sido robado. La imposibilidad temporaria de identificar el único cuerpo encontrado en el camión no puede descartar la denuncia de la compañía.

En contradicción con ACM Transp. Corp. están los testigos que intentaron denunciar encontronazos verbales con el chofer. El conductor Sergio González sufrió un daño leve en su coche luego de que el camión lo rozara, apenas unas horas antes del accidente. Además, el encargado de una playa de estacionamiento también declaró haberse enfrentado con el conductor en la ciudad de Mendoza.

El gerente de la empresa ACM Transp. Corp., Edenilso da Silva, informó que el chofer del camión se llamaba Genésio Mariano, era brasileño, tenía 35 años y trabajaba desde hacía cuatro años para la empresa ACM con sede en la ciudad de Realeza, del Estado de Paraná.

El miércoles se registró el ingreso del vehículo al país, y desde allí, Genésio Mariano atravesó siete provincias argentinas, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza, a lo largo de 2150 kilómetros, para llegar un día después a Villa Amelia, un barrio del municipio de Luján de Cuyo.

Mientras se preveía que el viaje de vuelta fuera en caravana de tres camiones, ninguno de los testigos confirmó la presencia de los otros dos camiones. Algunos vecinos insistieron en que los tres vehículos partieron a las 14.30 del viernes cargados de ajo, incluso algunos se animaron a decir que Mariano conducía en estado de ebriedad.

Sin embargo, algunas versiones periodísticas locales relataron que los supuestos dos compañeros de viaje intentaron comunicarse con Mariano en tres oportunidades y que incluso contestó de manera normal las primeras dos llamadas, en sentido opuesto a las declaraciones de la compañía brasileña.