En Corea del Sur los militares estadounidenses no toman la fiebre ni tienen aparatos sofisticados. Sino que ofrecen un algodón humedecido a los visitantes para que lo huelan. 

La hacen llamar 'la prueba del vinagre' y consiste básicamente en ver si la gente ha perdido o no el sentido del olfato. 

Si no pueden captar el olor del vinagre, que ya de por sí es fuerte, significa una alarma interesante para los asintomáticos que puedan estar infectados de COVID-19. 

De acuerdo a lo que explicó a 'Newsweek' un vocero de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Corea del Sur, el procedimiento se inició el viernes en varios puntos de acceso.

Un médico del hospital Rothschild de París afirmó a AFP que hicieron la prueba a unos 60 pacientes con pérdida del sentido del olfato y en el 90% eran casos positivos. 

"En el contexto actual, si usted tiene anosmia sin congestión nasal, es que es positivo a la COVID-19, no vale la pena ni pasar el test", comentó el doctor Alain Corré.