El empresario Guillermo Coppola estuvo en el programa de Intrusos y 15 años después contó con lujo de detalle el día en el que Maradona estuvo cerca de la muerte por una sobredosis de cocaína. El crack del fútbol la pasó muy mal y ya lo creían perdido cuando, de repente, pasó lo increíble. No sólo se despertó sino que pidió un bife de chorizo con papas fritas.

“Recuerdo ese momento, fue terrible. Fui hasta la cabaña en la que estaba Diego porque uno de los chicos me había dicho que lo había sentado en la cama y me quedó eso. Espío por la ventana y me llamó la atención, estaba muy hinchado. Le hablo, medio que se vuelca. Me desesperé, no soy un tipo muy valiente para esas situaciones. Recuerdo que mojé una toalla en el hielo de una heladerita, se la apoyé en la cara y no tuvo ninguna reacción. Ahí ya sentí que estaba muerto, se cayó para atrás, salí corriendo, desperté a los chicos”, contó en el piso del programa.

“Empezamos a llamar médicos y nadie quiso venir porque era Maradona. Entonces llamamos a una guardia y vino un médico de una salita de La Barra de Maldonado. Primera guardia, primer paciente, recién recibido de médico. ¡Mirá vos cómo debutó el pibe éste! Lo subimos en una camioneta, no teníamos nafta y paro en la estación de servicio porque si no, no llegábamos. Así fuimos al Cantegril con Diego… muerto. Muerto”, continuó.

Al salir del estado de coma, Diego se despertó, se levantó y se presentó frente a Coppola exigiendo un plato de comida. “Diego dos días sin… todos hablando, no te digo de dónde se iba a velarlo, pero ahí. No había reacción. Por eso digo que Diego es diferente a nosotros, porque los médicos venían y te hablaban crudamente, no había reacción. Y a las 11 de la noche, se abre la puerta y aparece un tipo lleno de cables. ‘Guille, tirame un bife de chorizo con huevo frito y papas fritas y sacame de acá. ¿Dónde estoy?’".