Trenes de Buenos Aires (TBA) se encontraba en convocatoria de acreedores desde el año 2005 y esta situación le permitió pagar menos o evadir el pago de otras indemnizaciones por accidentes en sus líneas que llegaron a juicio, especialmente aquellas vinculadas a la tragedia de Once, ocurrida en febrero de 2012.

Ahora, la jueza Paula María Hualde determinó la quiebra de la empresa de los hermanos Cirigliano, y los familiares de las 51 víctimas de la tragedia de Once temen que la firma no afronte los reclamos indemnizatorios millonarios y esa responsabilidad, eventualmente, sea transferida al Estado.