Antes de enumerar las veces que el tribunal cercenó las herramientas presentadas por la defensa de la líder Tupac Amaru, la abogada Elizabeth Gómez Alcorta reconoció que no esperaban una decisión distinta, a partir de las premisas con que el tribunal desarrolló las cuatro audiencias de este primer juicio.

La letrada puntualizó un momento en que el presidente del tribunal interrumpió a la defensa a los gritos, incluso antes de que se pudiera pronunciar el planteo.

Gómez Alcorta consideró que la clara imparcialidad evitó que se diera un "veredicto justo", y repasó el crédito otorgado al falso testimonio de René Arellano, el empleado del Gobierno provincial que declaró en la primera audiencia sobre una supuesta reunión donde Milagro organizó el escrache.