Carlos Kunkel consideró hoy que la jueza federal Sandra Arroyo Salgado debería "pedir una licencia" en función del rol de querellante que desempeña en la causa en que se investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman, su ex esposo.

Según informa la agencia Télam, para Kunkel, la magistrada incurre "en irregularidades" en la causa al cuestionar las medidas que ordena la fiscal del caso, Viviana Fein, algo que a su entender "está fuera de lugar".

"No puede ser que Arroyo Salgado dificulte la tarea de otro funcionario judicial como lo viene haciendo. No creo que ella busque la verdad, quiere cobrar los seguros de vida que tenía contratados el fiscal Nisman", fustigó el legislador.

Arroyo Salgado pidió la recusación de Fein en disconformidad con el proceder que la funcionaria del Ministerio Público desempeñó en la causa.

El próximo martes, en una audiencia reservada, la jueza que instruye en la causa, Fabiana Palmaghini recibirá a Arroyo Salgado y a Fein, en la cual puede empezar a definirse el futuro de la acusadora en la investigación por la muerte de Nisman.

La jueza federal de San Isidro le imputa a Fein falta de imparcialidad por haber designado como perito oficial a Enrique Prueger, quien habría adherido públicamente a la teoría del suicidio de Nismam.

Anteriormente, la madre de las hijas de Nisman también había pedido y logrado la suspensión de la junta médica que debía realizarse la semana pasada, convocada para que los peritos forenses oficiales y de la querella saldaran sus diferencias sobre las diferentes lecturas que hicieron sobre la autopsia.

Además, Kunkel recordó que según informaciones periodísticas, Arroyo Salgado era "una jueza que mantenía un vínculo muy estrecho con el ex agente de inteligencia Antonio Stiuso", eso es algo que "se debe clarificar".

"Hubo periodistas que consignaron con mucha seguridad que Arroyo Salgado manejaba un juzgado que se encontraba a las órdenes de Stiuso. Creo que eso hay que aclararlo y para saber cuáles son las motivaciones que persigue realmente esta señora", concluyó Kunkel.