El farandulero se tomó el esguince del Presidente para la chacota y enumeró varios símbolos de la década que vio el despegue económico de la familia Macri y la destrucción del estado, al mismo tiempo.

Rial se animó a aventurar dónde sucedería la próxima lesión de Macri y las posibilidades -algunas extintas- incluyeron a una desaparecida casa de comidas rápidas, al fanatismo por el furor de los grupos juveniles e una época y hasta de un parque emblemático para los porteños.