Mientras soñaban con qué se podría hacer si se ganaban una fortuna a la lotería, en lo que ya parecía una charla de asado o peluquería en lugar de un informe periodístico, el movilero dijo, casi emocionado, que con ese dinero volvería a la Argentina.

Y ahí el conductor cipayo no pudo con su ser y le dijo "noooo, qué te vas a volver, quedate allá".

A lo que el movilero muy tranquilo y consciente le contestó que volvería a su pueblo natal al que consideraba "el mejor pueblo del mundo". Y dejó dibujado al conductor.