A orillas del mar de Maccaresa, al norte de Roma, los perros pueden disfrutar de una playa habilitada exclusivamente para ellos, llamada BauBeach, que cuenta con diversos entretenimientos para los canes y hasta incluso con una veterinaria en caso que se lastimen.


El Ministerio de Salud italiano cuenta con 6.000.000 de perros oficialmente registrados, aunque existen muy pocas playas a las que ellos puedan acceder. "Una aberración, si se tiene en cuenta que, según la ley, caballos y cabras pueden pasear tranquilamente por la playa", se lamenta Patrizia Daffina , fundadora en 1998 de la primera playa italiana para perros.


Allí, cerca de 100 perros pueden disfrutar dentro de un arenal de unos 7.000 metros cuadrados sin que las autoridades los estén persiguiendo. "Todos los perros pueden aprovechar la playa, desde un rottweiler a un caniche. Las únicas que no pueden acceder son las perras en celo, cachorros sin vacunar, y los perros que no han sido registrados", explicó la mujer.


Los perros pueden jugar con palos, olas, mientras las razas nadadores, como el terranova y los golden retriever, pueden nadar tranquilamente en ese rincón del Mediterráneo. "Aquí que lo que hacemos es darles la oportunidad de ser lo que realmente son y de devolverles un poco de dignidad", concluyó Daffina.