Mientras estaban relatando una lamentable noticia de un hombre que atropelló a su asaltante, Oscar González Oro demostró que mientras vivió en Uruguay no cambió su manera radical y peligrosa de ver las cosas.

El Negro cambió el formato del programa dándole una imprnta más radial donde los televidentes llaman para dar su opinión, obvimanete cercana a la del conductor que llamó, sin medias tintas, a que la gente haga justicia por mano propia.

En el mismo panel de su programa encontró opiniones muy diferentes a la suya y otras lamentablemente más cercanas.

Claramente no puede ser legal hacer un llamamiento a que la gente haga justicia por mano propia desde un canal de televisión abierta.