En el marco del juicio que investiga secuestros y torturas en el centro clandestino La Cacha, el ex militar y condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, Miguel Etchecolatz, declaró: “Por mí cargo y jerarquía, me tocó matar pero no sé a cuánta gente”.

La declaración fue este miércoles ante el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata, en el juicio que se investiga la participación de 15 militares y un ex funcionario civil por el secuestro y tortura de detenidos alojados en el centro clandestino La Cacha.

Etchecolatz, la mano derecha del ex Jefe de la Policía bonaerense durante la dictadura militar, Ramón Camps, sostuvo: “Yo no salía a matar a alguien para quitarle la vida, era porque había llamados denuncias de vecinos, que veían algo raro en el lugar, le mandaba patrullas y ahí estaba la vida de uno u otro”.

En el juicio se juzga la detención ilegítima de unas 128 personas, que se encontraban alojadas en La Cacha, ubicado en el predio lindero a la cárcel de Olmos, en las afueras de La Plata. El represor, ya condenado, declaró que “esos enfrentamientos son objeto y encuadre de una situación de guerra, dicha por los mismos terroristas. Acá no era por una cuestión de antipatía, estábamos exponiendo nuestras vidas”.

El Tribunal, dirigido por el juez Carlos Rozanski e integrado por Pablo Jantus y Pablo Vega, Etchecolatz dijo que “la policía de la provincia tuvo que ofrecer más de 160 muertos", y preguntó a los fiscales presentes: - “¿ No conocen esa situación tan cruenta? ¿Por qué se oculta?”.

Asimismo agregó: “Yo no sé los años que me quedan de vida para mí, pero creo que el talonario se me va acortando, no me importan cuánto hagan de mí persona porque estoy más allá de mi persona, pero sí me importa que se respeten la Constitución y las leyes”.

Respecto a la desaparición del testigo de su causa Julio López, dijo: “Detrás mío hay una figura de un señor López, desaparecido después de haber prestado declaración, el señor López mintió, como consta en varios lugares, cuando dice que vio que yo mande a fusilar, ese día estuve internado".

Entre los casos que se investigan están los de Laura Carlotto, hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y la privación ilegítima de la libertad de Antonio Bautista Bettini, padre de Carlos Bettini, actual embajador argentino en España.

Además, se juzga la sustracción de Matías y Gonzalo Reggiardo Tolosa y de Natalia Suárez Nelson, nacidos mientras sus madres estaban cautivas.

En el banquillo de los acusados están sentados Carlos Hidalgo Garzón; Jorge Di Pasquale; Gustavo Cacivio, Ricardo Fernández; Luis Perea; Roberto Balmaceda; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Romero Pavón y Anselmo Palavezzati. Juan Carlos Herzberg, Raúl Espinoza, Claudio Grande, Héctor Acuña, Rufino Batalla, Isaac Crespín Miranda, todos exmilitares o exintegrantes del Servicio Penitenciario bonaerense.