La ONG Defendamos Buenos Aires reveló que en los últimos tres meses hubo 1800 denuncias de fiestas que se realizaron en la clandestinidad y a pesar de las prohibiciones. Este tipo de encuentros son caldo de cultivo para la propagación del virus por lo que resultan altamente peligrosos para la población.

Además de la violación directa del aislamiento también se detectaron otras irregularidades en estos encuentros y se contabilizan al menos 220 detenidos por la comisión delitos previstos en los artículos 205 y 239 del Código Penal.

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