Durante el verano funciona en Parque Sarmiento una colonia de vacaciones de la Ciudad. Cientos de niños de villas y barrios carenciados asisten allí cada día.

Aparentemente a sus coordinadores se les dificulta la identificación de tantos niños por eso han elegido un método muy deshumanizante para organizarlos. Le escriben su edad y el número de micro que los lleva en el brazo con un marcador, recordando prácticas disciplinarias muy poco felices.

Además se establecen límites muy marcados entre cada contingente por eso los niños de los barrios más carenciados están físicamente divididos del resto.

Sería interesante que la denuncia pública de esta situación inste a sus autoridades a pensar alternativas más creativas para organizar la estadía de los chicos en la colonia y que todos puedan disfrutar de un trato humano e igualitario porque es su derecho.