Parte de la reconstrucción de los hechos se pudo hacer gracias al testimonio de varios turistas que presenciaron el fatídico episodio que dejó hasta el momento tres muertos y unos 20 heridos, algunos todavía de gravedad.

Como expresó el gobernador Scioli, al parecer uno de los chicos que se encontraba bajo una carpa por la tormenta absorbió el rayo y murió en el acto.

Eso permitió establecer el lugar exacto donde cayó y la cercanía de las víctimas. Otro de los chicos quedó calcinado sobre el cuatriciclo que venía manejando.

Los menores "de la cintura para abajo no sentían nada y decían que le quemaban las piernas", afirmó Marcelo, una de las personas presentes en el lugar.

"No vi el impacto sino que lo sentí. El ruido fue como el de una explosión de una garrafa de gas", contó el hombre que participó de las tareas de rescate improvisadas y dijo que vio gente tirada en un radio de 10 metros.

"Yo veía que estaban inmóviles y con temor. La gente del balneario habilitó la zona del vestuario y lo usamos como búnker.  Lo que intenté hacer es sacar a los chicos de ahí y cuando los pusimos al resguardo, improvisamos unas camillas con las reposeras", relató Marcelo.

Entre los miles de turistas que habían en el lugar, estaba un periodista sanjuanino, quien relató los hechos con lujo de detalles y dijo que la playa se había transformado rápidamente "en un hospital de guerra".

"Los heridos eran transportados sobre reposeras, en brazos, sillas, colchonetas y todo lo que la gente encontró a su paso", describió Gastón Sugo, y agregó que la caída del rayo se dio en medio de una seguidilla de rayos que descargaba la tormenta y uno cayó en la playa.

"Gritos, corridas y tensión se adueñaron del lugar. Nadie sabía el porqué. Minutos después vimos cómo todo se transformó en un hospital de guerra. Cuerpos tendidos sobre la playa por todos lados, llanto y anarquía, producto de la desesperación", afirmó.

En miedo de la desesperación tras la caída del rayo, "el teléfono no paraba de sonar, ya que enterados del hecho, amigos y conocidos que estaban en la zona, buscaban que uno solamente atendiera el teléfono y dijera 'estamos bien'", cuenta Sugo.

Uno de los testigos más importantes del hecho fue Rafael Viñuela, amigo del joven de 20 años fallecido Gabriel Rodríguez, quien contó cómo fue el momento en que el rayo alcanza a su amigo.

"Nos habíamos refugiado adentro de una carpa hasta que pasara la tormenta. De repente sentimos una explosión y vimos a mi amigo tirado", contó Rafael.

"No tenía idea de lo que pasaba. Gabriel estaba como desmayado. Salí corriendo a buscar un médico y cuando llegó nos dijo que había muerto en el acto", detalló Viñuela, que resultó herido.

Rodríguez era hijo único y había egresado el mes pasado del colegio Nacional de Henderson. Eran las primeras vacaciones que pasaba con sus amigos.