Vinnie Myers se especializa en algo muy puntual, hace tatuajes de pezones tridimensionales que tienen un realismo impresionante. Hasta el momento más de cinco mil mujeres viajaron desde distintas partes de Estados Unidos, e incluso desde diversos países como India, para poder adquirir los servicios que presta  Myers.

Kimberly Winters, de 44 años, es una de las tantas mujeres que se acercó hasta el local: "Nadie habla de la importancia que tiene la auréola o el pezón" aseguró a The New York Times.  Después de realizarse una masectomía de sus dos senos, e implantarse mamas decidió viajar 400 millas hasta Finksburg para "tener nuevamente sus propios pezones".

La ciencia avanzó muchísimo en lo que respecta a la reconstrucción de mamas pero el seno queda como "un lienzo blanco" con la forma  y volúmen correcto pero sin el pezón natural. Se pueden realizar algunas operaciones estéticas para reconstruir el pezón pero generalmente las pacientes no suelen querer volver al quirófano, entonces es cuando el tatuaje se vuelve la mejor opción.

Si bien algunos médicos hacen "tatuajes" Myers señala que "nunca le recomendaría  a nadie que venga a operarse conmigo, como así tampoco le recomendaría que se haga un tatuaje con un cirujano".

Myers contó que llegó un momento que decidió ponerle un punto final a los tatuajes de pezones y virar su carrera hacia otro lugar. Era 2011 cuando recibió la llamada de su hermana diciéndole que tenía cáncer de mama y se dio cuenta que tenía que seguir ayudando a las mujeres que lo necesitaban.

Los tatuajes realistas de Myers suelen costar entre 600 u 800 dólares, y algunas obras sociales contemplan la posibilidad de cubrir los costos conscientes de la salud psicológica de las pacientes.