La presidenta del bloque fundamenta la iniciativa con las cifras expuestas por gobiernos que ya implementaron este tipo de política discriminatoria, como por ejemplo México, que redujo los ataques sexuales en un 26 por ciento. Claro, pero ¿cuál es el precio? Aceptar que los hombres cosifican y acosan a las mujeres, que creen que pueden violentar su cuerpo, porque en vez de penalizar y educar para que estas practicas no sucedan aislamos a las víctimas.

Se trata de un intento de imponer otro mecanismo machista que evidencia la derrota de la sociedad por aprender a convivir y a respetar. Es comenzar a aceptar como normal algo que no lo es y que no debiera ocurrir. 

El proyecto de ley no hace reparos sobre las consecuencias para el día a día de las mujeres. El proyecto plantea la "prohibición de la permanencia personas de sexo masculino en las formaciones señaladas", prevé la señalización de los vagones “de forma clara y visible” y  establece que podrán viajar acompañadas con "niños de hasta 13 años". 

Configurando el corto horario para este 'servicio' -lunes a viernes de 7 a 10 y de 17 a 19- no hace más que otorgar más crédito a la dependencia de la compañía masculina, uno de los recursos que eligen muchas para sentirse más seguras en la vía pública.

"La violencia, la amenaza o el miedo a la violencia, son utilizados para excluir a las mujeres del espacio público. Las mujeres pagan con sus vidas por trabajar en la esfera pública en lugar de quedarse en casa como lo dictamina la cultura patriarcal, por ir a la escuela o a la universidad, por 'atreverse' a vivir su sexualidad abiertamente", deja expreso uno de los textos elaborados por mujeres en encuentros internacionales, como la Marcha Mundial de las Mujeres.  

En un informe elaborado en 2015 para CEPAL, se deja en claro que "la negación del principio de igualdad" es uno de los puntos más importantes a entender: "Al aceptarse como una práctica legítima la discriminación de ciertas personas por el hecho de pertenecer a ciertos grupos (mujeres) a los cuales se les menoscaba mediante la adjudicación de determinadas características y/o a través de la negación y conculcación de los derechos que el Estado garantiza a otros merced únicamente a su condición ciudadana, se instituye la negación del principio de igualdad en dignidad y derechos que sustenta el Estado moderno", expresa el texto elaborado por los especialistas chilenos Patricio Rozas y Liliana Salazar. 

En los países en los que se dispuso esta medida, las mujeres siguen sufriendo: el sitio bbc.com elaboró un informe con algunas víctimas en México. "Ninde se subió a uno de los vagones exclusivos para mujeres del metro de Ciudad de México. Unas estaciones más adelante se empezaron a subir hombres y uno se puso a su lado, por lo que tomó precauciones para evitar un tocamiento o un robo. Cuando se bajó, tenía el pantalón eyaculado", ejemplifica la nota.

"Andrea Noel, una periodista estadounidense que residía hasta ese entonces en la capital mexicana. Mientras caminaba por una calle del acomodado barrio de la Condesa, un hombre le levantó el vestido, le bajó su ropa interior y salió corriendo. Consiguió la filmación de las cámaras de seguridad, colocó el video en su cuenta de Twitter e hizo la denuncia ante la justicia", el informe repasa otro de las casos. Además, afirma que ambas sufrieron mensajes ofensivos en las redes sociales y que el trámite de denuncia les resultó una pesadilla.