Luis contó cómo expulsó a dos feroces delincuentes del edificio donde trabaja, donde en la mañana de este viernes quisieron llevar a cabo un robo finalmente fallido.

El delito fue frustrado por este portero que, al notar la presencia de los extraños hombres, se avalanzó sobre ellos y se trenzó en una fuerte pelea.

Pero, en medio de la contienda, Luis comenta que se prendió de los dedos de uno de ellos que le tapaba la boca para que no grite y lo mordió lentamente "para que sienta dolor".

Con esa técnica, el encargado caníbal de Palermo pudo sacarlos hasta el hall central, desde donde luego los hombres se terminaron escapando. Una historia de valor...