Algo para destacar es que el corresponsal de A24 en Qatar habla el idioma por lo que sus informes son de los mejores que se han visto, sobre todo cuando interactúa con los locales.

Pero en esta oportunidad algo salió mal. Cuando el cronista tardo demasiado para mostrar el orden con el que entraba la gente al vagón y a último momento quiso entrar él rezando para que no se cortara la transmisión pero no tuvo en cuenta que sin el camarágrafo sería difícil seguir en vivo.

Y justamente eso fue lo que pasó, el cronista dentro del subte y el camarágrafo en la estación.