El sommelier de 36 años acusado y detenido por haber violado y matado a su propia madre, está más complicado a través de unos audios que dieron a conocer fuentes judiciales del caso.

Allí se puede oír cuándo Luciano Carlos Sosto llama con voz entrecortada a la ambulancia afirmando que su madre está en shock y da la dirección del domicilio.

Este audio fue clave para el fiscal y para el juez ya que a través de esto podrían determinar que el sospechoso intentó encubrir el crimen. Según las pericias, la madre habría muerto varias horas antes del llamado.

En su declaración a la policía, Sosto afirmó: "Se cortó la luz en el edificio. Bajé la escalera para ir a comprar algo para proveerme y escuché un ruido y un jadeo permanente que era de mi mamá”.

“Fui a la cocina y la vi boca abajo agonizando. Llamé a la ambulancia, cuando marqué el número vi que mamá estaba haciendo como un movimiento epiléptico, estaba viva”, expresó antes de confirmar que ese día había consumido marihuana y cocaína: "Un gramo todo el día", expresó.

Más adelante, el acusado dijo que "al estar limpio y sin consumir nada" se siente mucho más lúcido. "Me doy cuenta que confundí o aluciné sobre algunas cosas”, comentó.

La primera persona que vio a Estela Garcilazo, de 69 años, después de su muerte fue la médica de la ambulancia, que se dio cuenta que la señora llevaba varias horas muerta y fue la primera en sospechar sobre los dichos del sommelier.

En cuanto al ataque sexual, los peritos confirmaron que en la vagina de la mujer fallecida había "fosfatasa ácida prostática", una de las proteínas del semen. Sin embargo, las muestras no alcanzaron para obtener un perfil genético y los forenses no detectaron lesiones en esa zona.

Por ese improbable ataque sexual, el juez sobreseyó parcialmente a Sosto de ese crimen, aunque luego la fiscal insistió en la acusación, apeló, y la Cámara del Crimen revocó el sobreseimiento parcial dictado por el juez.