La paciencia de Pablo Duggan en un momento se colmó. Cansado de escuchar datos y teorías incomprobables y fuera de la realidad, y viendo que del diálogo con un integrante del colectivo 'Activistas por la verdad' no se iba a sacar mucho más provecho que el puro entretenimiento, terminó la entrevista.

Es que, con razón, sopesó que el difundir ideas delirantes y peligrosas sobre un supuesto complot para crear una pandemia, y al mismo tiempo sostener que el virus no existe, solo puede acarrear más confusión que otra cosa.

Y tras decirle en la cara que era un irresponsable, lo despidió