Diego Lagomarsino cargó una vez más sobre el peritaje de gendarmería al que calificó de delirante que "no observó los protocolos de actuación en la escena del crimen y en el análisis de lo ocurrido".

Lagomarsino está imputado por integrar, según la acusación, un comando que habría asesinado a Alberto Nisman en su departamento de Puerto Madero en 2015.

En octubre de 2020, luego de casi seis años de investigación donde no se pudo encontrar  una sola prueba que vincule al técnico informático con un comando criminal, le notificaron que ya no llevará la pulsera electrónica que se usa para controlar a los procesados a los que se pretende monitorear. La decisión la tomó el juez federal Julián Ercolini.