Un estudio de una revista especializada llamada "Consumer Reports", demostró que el colorante para lograr un tono "caramelo" de la Coca-Cola y de otras gaseosas del mercado contiene sobredosis de 4-metilimidazol, un elemento químico con un efecto cancerígeno demostrado en humanos.

Los médicos pidieron una regulación más estricta al respecto y advirtieron que los niveles de 4-metilimidazol dependen de las técnicas usadas para fabricar el colorante, en otras palabras, dependen del suministrador de cada productor de refrescos.

En el trabajo se indica que esta sustancia conocida como 4-metilimidazol estuvo presente en 12 marcas de bebidas de cinco fabricantes distintos.

La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) volverá a revisar los niveles de 4-metilimidazol, cuyas cantidades permitidas no tienen límites establecidos, salvo en el estado de California, donde sí se considera peligroso y se exige el etiquetado de productos que excedan los 29 microgramos.

Por este motivo, el medio denunciante solicitó a la FDA establecer un tope de consumo máximo de la sustancia al ser añadida artificialmente en la industria de alimentos.