Además de la implementación de sistemas de alarmas a los cortes vacunos en ciertas cadenas de supermercados, se profundiza la política de restricción a la compra de carne en más compañías comerciales.

La semana pasada usuarios de las redes se sorprendieron al ver anuncios en los locales de COTO el anuncio de que sólo se venden 2 kilos por persona. Sin embargo en las últimas horas, la cadena francesa Carrefour se sumó a este plan, limitando la venta de carne vacuna hasta 3 kilos por corte.

Si bien no están claros los motivos -los supermercadistas apenas deslizan en los carteles que se trata de un producto de consumo familiar- los constantes cambios en los precios y las estrategias comerciales estarían restringiendo ciertas libertades de los consumidores.

Quizá se explica desde las ofertas que se lanzan en algunas fechas determinadas y que muchas veces generan violentas situaciones entre consumidores que se abalanzan para aprovechar precios, ante una situación de aumentos que cada vez golpean más a los trabajadores. 

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