Existe hasta un documental en Netflix donde se cuenta la estafa, escape, huida como prófugo y posterior detención de Leonardo Cositorto, por el esquema Ponzi creado alrededor de Generación Zoe que se quedó con el dinero de muchas familias.

Sin embargo, y fiel a su personalidad, Cositorto no se detiene, el trastorno narcisista es tan grande que no solo no siente ninguna empatía con los estafados, sino que procura nuevas víctimas para embaucar.

La pregunta es qué tan desinformado, ambicioso, de pocas luces, y confiado, debe ser quien se anota y pone dinero en un emprendimiento que lleva la firma de un detenido por una estafa piramidal.