El cine estaba expectante, era el momento decisivo, en el que se venía la ejecución del penal de Gonzalo Montiel, cuando desde el costado derecho que la pantalla comenzó a salir un humo blanco característico de los extintores porque un joven quiso festejar dentro de la sala… con un matafuego.

Con el humo, los espectadores tuvieron que desalojar apresuradamente el lugar con señales de ahogo, lágrimas y toses. Posteriormente se supo que el joven que produjo el incidente estaba alcoholizado.

Cuando retiraban al causante de la suspensión de la función fuera del local, un espectador que vio interrumpido su placer en el momento clave, se vengó aplicándole un mamporro.

X de Ernesto