Después de que el auditor General de la Ciudad, Facundo Del Gaiso, denunciara que uno de los túneles que el Gobierno porteño construyó para alivianar el tránsito, no cuenta con la altura mínima para que pasen ambulancias del SAME, desde la administración local intentaron aclarar el asunto pero no hicieron más que contradecirse.

Fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño explicaron que no se trata de un error, sino de cuestiones que tienen que ver con la geometría de la zona y que "desde el principio" se contempló que mida 2,40 metros.

Un vocero del ministerio sostuvo que se construyó para "hacer más permeable la zona, que no tenía ningún cruce", aunque al mismo tiempo esgrimió que existen otros caminos alternativos, en una clara contradicción.

Para el auditor de la Ciudad, en cambio, se trató de un "problema grande de planificación" y "puede haber una fatalidad en cualquier momento, porque para cruzar por ahí las ambulancias deben hacer un rodeo enorme".

Según la fuente consultada por el diario La Nación, hacer un túnel más alto hubiese implicado extender el largo de las obras y eso habría generado nuevos inconvenientes sobre la avenida Monroe.

"Otra opción era que el túnel también pase por abajo de Monroe, pero eso habría duplicado los costos", advirtieron sobre la funcionalidad de una obra que no contempló la altura de los vehículos de asistencia médica.

El túnel se encuentra en la calle Ceretti, entre Av. Monroe y Roosvelt, y fue inaugurado en agosto de 2013.