La actividad comercial no muestra signos de recuperación y una consulta al azar por los barrios porteños arroja una conclusión inapelable. Negocios vacíos, persianas bajas, mesas sin comensales. Los recientes informes de CAME describen un escenario negro: los precios de los productos agrícolas se multiplicaron casi 5 por ciento, las ventas por el día de la madre cayeron en igual proporción y la actividad industrial retrocedió más del 5 por ciento en septiembre.

Todos los indicadores son aledaños, pero configuran el escenario que describen los comerciantes desde sus locales. Que la gente prioriza su dinero en alimento y gastos de primera necesidad -por lo que ya no tiene para gastar en indumentaria- que muchos locales cerraron en los últimos seis meses, que los costos fijos aumentaron exponencialmente, son algunos de los argumentos que expusieron varios comerciantes consultados en el centro porteño.