Hasta el miércoles y debido a un "lock out patronal", la línea 60 estuvo paralizada, por lo que sus choferes decidieron poner en circulación los micros pero, como lo hicieron durante dos jornadas la semana pasada, sin cobrar boleto.

Los trabajadores tomaron esa decisión luego de una asamblea para demostrar que quieren garantizar la fuente de trabajo, al tiempo que piden que la empresa acate la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación.

Por su parte, la empresa Micro Ómnibus Norte SA (Monsa) aseguró que esta situación se origina "al estar usurpadas por los trabajadores de las cabeceras desde el sábado pasado".

Mediante un comunicado, la empresa aseguró que presentó "las denuncias y acciones correspondientes ante las autoridades administrativas y judiciales", añadiendo que las unidades que salen a la calle "no cuentan con seguro al pasajero".

La firma indicó también que "no puede hacerse responsable" de que quienes conducen los vehículos sean verdaderamente conductores, ni que se encuentren "en estado psicofísico apropiado para hacerlo".