Gelblung acusó a Muscari de haber traspasado un límite del humor, que es la discriminación. Según le contestó al panel de Ángel de Brito en Canal 13, "no se puede hacer chistes" cuando el humorista emite juicios de valor sobre características de las personas, pues puede resultar ofensivo para el público. 

El conductor radial estalló de ira y le restó importancia al ámbito privado de la declaración, y siguió con su ataque a través de las cámaras. Además, se dio el lujo de instalar que la mitad de la sociedad argentina odia a los judíos...