La muerte de Fernando los expuso y dejó en evidencia un comportamiento que los grupos de rugbiers tuvieron por años: ir a los boliches a golpear en manada a quien se les ocurriera.

Ahora deberán pagar por el asesinato de Fernando Báez Sosa, lo que se decidirá en el juicio oral que se llevará a cabo y donde se dirimirá cuál es la pena que les corresponde.

Los acusados se encuentran en prisión y Fernando Burlando, el abogado de la familia Báez Sosa, espera que sigan en esa condición por muchos años.

En un diálogo con Paulo Vilouta y los panelistas de Intratables, Burlando dijo que no le importaba el tiempo que dure el juicio sino que se escuche a todos los testigos y no haya instancias que pueda presentar la defensa para dilatar la causa.