El humor es una paleta que no todos saben manejar y requiere de un histrionismo innato y muy difícil de adquirir. Sin embargo Patricia Bullrich ha decidido en el último tiempo encaminarse hacia allí haciendo del papelón su arma de mayor gracia.

Para eso hay que estar muy ligero de equipaje, lo que no parece posible cuando uno pretende ser candidato a presidente. Así y todo, y ante la presencia de Martín Bossi, la inefable Pat se autodefinió como "una imitadora por mímica".

El resultado, como era de esperar, no podía ser peor.