Tras la renuncia de Raúl Eugenio Zaffaroni, le corresponde al Gobierno designar el quinto juez, y cubrir la vacante, pero los distintos miembros de la oposición, en su afán de oponerse ante cualquier medida, y ante el intenso pedido de los medios hegemónicos, ya se expresaron en contra de cualquier reemplazo.

Para el Grupo Clarín, “el kirchnerismo busca poner jueces que sean bienvenidos por la Casa Rosada”, y también lo llaman “maniobra K”, cuando se trata de una obligación que deriva de la Constitución Nacional.

Los políticos ya se expresaron funcionales a estos medios hegemónicos. Por ejemplo, para Mauricio Macri, el gobierno no tiene que hacer “absolutamente nada” frente a esta situación, al tiempo que propone esperar a que asuma el próximo presidente a fin del año que viene.

Desde el radicalismo, fuerza que, como muestra el archivo de 678, se la ha pasado solicitando consenso y diálogo, Ricardo Alfonsín avisó que no van “a acompañar nada”, y en la misma sintonía, Gerardo Morales, aseguró: “Tenemos una definición que con este Gobierno no queremos trabajar ningún consenso”.

En el mismo sentido, el senador Ernesto Sanz, consideró que este “es un tema de discusión para el próximo gobierno”, y frente la explicación de Elena Highton de Nolasco, quien indicó que “lo ideal sería que la Corte esté completa” el radical, sin argumentos, manifestó: “Le creo más a Lorenzetti que a Highton de Nolasco”.

Frente a este accionar, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich sostuvo que “parece que existiera un acuerdo tácito entre algunos miembros de la Corte con la oposición para impedir” que el Ejecutivo nombre un nuevo juez para el máximo tribunal.