"Nuestros hermanos en Argentina no son delincuentes, narcotraficantes. Más bien (buscan) cómo mejorar la situación económica familiar pero también aportando al desarrollo del hermano pueblo de Argentina", afirmaba día atrás el presidente Evo Morales.

Simultáneamente se sabía que, a raíz de la campaña de xenofobia lanzada desde el Gobierno Nacional, que incluye la instrumentación de la ‘Ley de Residencia’, Bolivia decidió enviar a nuestro país una misión integrada por funcionarios del Poder Ejecutivo y miembros del Legislativo.

El objetivo es evaluar los efectos de las recientes medidas migratorias con las autoridades de nuestro país y con la colonia de cerca de un millón de residentes bolivianos.

Además, el embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez, anunció que se planifica un encuentro entre Morales y Mauricio Macri, que se celebrará "casi seguro" durante el primer semestre de este año. 

Tras una reunión que mantuvo con el nuevo canciller boliviano, Fernando Huanacuni, Álvarez dijo que los cancilleres de los dos países se reunirán en la primera quincena de marzo para adelantar la agenda de la reunión entre los mandatarios. 

"Además tengo entendido que el presidente Macri le dio una invitación al presidente Evo para que el 16 de abril lo visite y lo acompañe para ver el clásico en la Bombonera Boca-River", añadió.

El embajador reconoció que "hubo errores en cuanto a la manera que se lanzó los decretos, la ley" sobre la reforma migratoria, que sirve para deportar mediante un trámite rápido, sin juicio, a los extranjeros que hayan cometido delitos.

De hecho, el embajador reconoció que no coincide con las declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien había vinculado públicamente los crímenes relacionados al narcotráfico con la inmigración paraguaya, peruana y boliviana. 

Bullrich "falla primero en las expresiones al generalizar a todos los bolivianos... Yo creo que ustedes saben que hay delincuentes bolivianos como hay delincuentes argentinos", afirmó Álvarez.