"Sin energía, imposible que vengan inversiones, que el país empiece a crecer y que el sector más dinámico derrame riqueza", sostuvo el ministro Oscar Aguad para justificar el brutal suba en las tarifas aplicada por el macrismo en los servicios públicos.

Además, trajo a colación aquel apotegma del economista Javier González Fraga, quien no hace mucho habló de lo normal y anormal en la Argentina, al señalar que "no era normal" que durante una década –la ganada– un empleado pudiese comprarse un auto o viajar al exterior.

"Hemos vivido en una irrealidad y va a costar mucho superar esta coyuntura", dijo el titular de la cartera de Comunicaciones, calificando como "irrealidad" que el ingreso de un trabajador pudiese alcanzar para bienes 'suntuarios' como vacacionar o adquirir un vehículo.

"Es durísima la coyuntura, el país está muy pobre, se ha empobrecido mucho la Argentina. Hemos vivido en una irrealidad y va a costar mucho superar esta coyuntura. El gran impacto lo está sintiendo la clase media", dijo Aguad, despreciando lisa y llanamente los padeceres de los sectores menos pudientes.